Si quieres que el público que acude a tu negocio salga satisfechos con la experiencia que ofreces tienes que darles dos cosas muy importantes: buenos equipos técnicos y buenos equipos humanos. Hoy vamos a hablar sobre los equipos humanos, concretamente de los monitores, y su importancia para que la gente se divierta y disfrute al máximo exprimiendo su pequeña aventura con el Flyboard.
La atención al público y los monitores
Los monitores cumplen con tres tareas muy importantes de cara al público en general en la empresa:
-Son los representantes de la misma. Muchas de las personas que acuden al Flyboard ni siquiera son las que han reservado la experiencia, sino que forman parte del grupo que acude a disfrutar de una tarde diferente. No han visto, por tanto, a nadie más de la empresa y toda la opinión que se formen de la misma será por la manera en la que son recibidos y atendidos por los monitores.
-Debe de dar explicaciones claras sobre el manejo de los aparatos. Aquí cumplen la función de instructores. Si son capaces de dar explicaciones claras y concisas no solo no van a aburrir a los clientes con un montón de verborrea sino que harán que se queden con los conceptos básicos que tienen que manejar para poder disfrutar del Flyboard.
Tiene que asegurarse de que todo el mundo entiende no solo cómo funcionan los aparatos, sino cómo pueden hacer para disfrutarlos al máximo. Nadie quiere ir a practicar Flyboard y no ser capaces de despegar al menos un par de veces y para lograrlo, una parte importante es la explicación del monitor.
-Tienen que saber ofrecer un equilibrio entre normas y diversión. Los monitores deben de ser divertidos y muy cercanos con el público, pero tienen que ser capaces de conseguir que este respete las normas, no solo por su seguridad sino también por la del resto de los usuarios. Por eso, aunque tienen que mostrarse agradables, también tienen que saber ser firmes si en un momento determinado es necesario parar una actuación o negar la entrada de una persona que por ejemplo, es evidente que está muy bebida.
Este equilibrio es a veces complicado, porque si el monitor es demasiado estricto puede hacer que los clientes se sientan un poco cortados y no disfruten, pero si son excesivamente permisivos pueden acabar poniendo en riesgo a los clientes y a los aparatos.